Un niño aplicado e inteligente comienza a sufrir extrañas dolencias y poco a poco es incapaz de escribir su nombre. Décadas después se encuentra en un hospital al que llega un nuevo médico. Este se encuentra con algunos supervivientes de la llamada "enfermedad del sueño", un extraño mal que dejaba a las personas convertidas en vegetales.
Esperanzado por la suposición de que el cerebro de los enfermos no estuviera afectado por ese mal, el nuevo médico decide experimentar con una nueva droga.
El motivo de que hayamos visto esta película, es tener un antecedente, una referencia para abrir un debate sobre los protocolos de investigación médica, la relación médico paciente, y otras "sublíneas" de debate respecto a este tema.
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